jueves, 19 de enero de 2017

Cuatro meses han pasado

Diecinueve de enero, cuatro meses han pasado, mi amigo yace en una tumba mas no lo he olvidado, compre flores y fui a su sepulcro, me senté un rato y llore a su lado, he aquí, un hombre acurrucado, mortal como muchos que en cualquier momento podríamos ser llamados, miro al Cielo y en silencio pido a Dios por tus pecados ¡Oh! Cuánto anhelo y cuánto no daría porque fuera cierto, porque fuera realidad una nueva vida, por ver de nuevo a nuestros amados, perdona mi señor mis dudas, cánticos de alabanza, cánticos de esperanza, sueños de un mundo mejor, sueños de vivir en paz, sueños de no morir, pero peor aquel que muere sin saber gozar y sin saber sonreír, sin saber disfrutar, sin saber vivir.

Mientras pasa eso, qué fácil es cantar y rapear un rato, que fácil es decir, buenos días, cómo estas, que fácil es decir estas bonita, me das tu whatsApp, que fácil es brindar y salir a bailar, que fácil es actuar honradamente y comportarse como tal, que fácil es amar y dejarse amar, que fácil es disfrutar el día a día, en silencio para meditar, con bulla o bullerengue, escuchar música que nos guste y compartir con quienes queremos, que fácil es visitar y llamar.

El dinero viene y va, pero el tiempo que se va nunca volverá, tiempo para salir con la familia, tiempo para saludar, para compartir con los amigos, para saludar a los vecinos, al que vende raspado o quien vende cholao, felicitar a quien cumple un años más, dar la mano y dar alientos de pesar, olvidarse de los rencores y dejar todo atrás, enemigos, pesimistas y mal hablaos, siempre estarán, pero aun así, seguimos sin parar, mirada al frente y caminar sin cesar, no atropello, no empujo, pero no conjunto con la desigualdad, mi vida es un ratito, vivo para amar, aquí está mi corazón, aquí está mi amistad.

Suena caja y acordeón, una gaita y la tambora, suena una flauta o escucho una trompeta y recuerdo a mi papá, suena un millo o papayera, sonidos musicales, una salsa o vallenato, cumbia mejor si es puya o Mapalé, se arrebatan mis hormonas y mi cuerpo pide chandé, garabato o champeta lo que pongan doy candela, charanga o reggae y si me ponen “Ay cosita Linda” bailo Merecumbé. 



La vida es una sola, que buena ha sido conmigo, aun hablo con mis compañeros de escuela, tengo carro y una casa hermosa, soy amigo de mis amigos, amigos de mi compadre fallecido, un amigo DJ en una emisora y tengo tremenda esposa, recochera y altanera, esa es la que me embelesa, tiene picardía y es traviesa, coqueta y se me entrega y sí, también se los pega.

Que siga la rumba, haremos una fiesta, disfrutemos de esta vida y si es cierto, el Cielo nos espera.





 



  







No hay comentarios:

Publicar un comentario

final de una vida

He aquí un hombre contemplando el final de una vida, nos creemos fortachones, dueños del mundo y nos vamos en silencio, solitarios y am...