sábado, 16 de diciembre de 2017

AMOR SECRETO



Escritos del alma brotan del corazón,
se marchitan en sequía cual crimen ofensivo, 
penas de tristeza por quien los ignora sin razón,
desojadas en en el desden del dedal,
soslayados por la musa de mi inspiración.


Aveces algo acongojado y en otras, 
me levanto como la fogosidad del alba, 
inadvertidos mis escritos destellos de revelación,
añorando tal vez un poco de atención.

¡Oh Mujer! de hermosa sonrisa aquí me tienes,
amo tus mimos, tu mirada y tu voz,
mi vida a tus pies porque fuera así todos los días,
releo mis letras en esta humilde declaracion. 

En el gemido quejumbroso reclamo tu pasión.
Dios mío. ¡Te amo intensamente!
Difícil no declararlo abiertamente y sin temor

Tan solo  mira mis líneas y el secreto se revela,
aun en mi silencio, mi dulce melodia echa cancion  
te entrego  mi vida sin apice de vacilacion 
añorar un beso tuyo cada dia, ruegos al creador.
 
Fortuitos momentos hemos tambien tenido
la lluvia esperanzadora nos abraza en medio de la sequia
orar incansablemnte aunque estemos abatidos 
resuenan campanas de gloria, termina la anarquia 

El hombre que conocias ya se ha ido,
solo queda el recuerdo de memontos juntos vividos,  
y nos queda entonces    
 
reir un poco  y empezar de nuevo 

Inmaculada mujer como no te voy amar,
si tan solo un momento me dedicarás,
hasta el  universo te puedo entregar, 
imagino que soy todo tuyo y me amas,
juntos el mundo se postraría a los dos,
orar a los cielos tal vez sea la solución,
sonríe por siempre y el mundo será mejor.


sábado, 21 de octubre de 2017

Es que son tantas Cosas Jeiminson Ochoa


Un canto a la vida es día a día, vivir con intensidad cada mañana, despertar y abrazar el mundo entero, cada avance del reloj corta tiempo, una palabra bien escrita de saludo, una sonrisa, un dulce te quiero, ponerse guapachoso y por supuesto sintonizar Olimpica Stereo.

Que nunca falte la sabrosura e´coco, que Mario aparezca con las cervezas no se le pide mucho por cabeza, que Rafa Mendoza compre camisetas, que se escuche en mi tierra costeña que el Flaco Enoth tire sus hueseras, que ya es sábado de vacilón, pura equivocación. 

Surgido del Inem caminó a la radio, cada dicho suyo es oda de pregones, su voz se le escucha en Barranquilla, en Soledad y en todos los rincones, sin fecha, ni horario, ni calendario, está presente el Baja Panty, lo acompañan el Tigre y El Pipi, también El Profeta, la Sami y Hugo Perreo.

Viernosky y el cuerpo lo sabe! Ya yo estoy tolis pa´ las cositas! ¿Y qué seria y le dedicaron mujer marchita de Jorge Oñate? El sábado es sexual. El domingo es familiar y el lunes es de arremetimiento, ¿ay yo que hice? ¡Ay dolor me volviste a dar!

Jeiminson Ochoa Jaraba es puro sabor quillero, salsero por convicción, Champetero, sencillo y humilde, buen padre, buen hijo, buen esposo, amigo de todos, mamador de gallo,  y  no pide nada, el hombre del despeluque, solo pide una fría bien helada. 
 #esquesontantascosas 






viernes, 18 de agosto de 2017

El Monstruo

En el barrio de Celio Villalba Rodríguez hay que vivir por lo alto y de esto sí que Juan Carlos Estarita estaba convencido, su morada ubicada en el cuarto piso era la envidia de muchos sobre la cual solo se escuchaba entre rumores de pasillos ¡si ese apartamento hablara!

Por costumbre se asomaba por la ventana y mirando hacia abajo me hacía señas y gritaba, ¡suba compadre suba, que le tengo un negocio! A lo que enseguida contestaba - ¿compadre ya lo atendieron? Había que tenerle miedo a ese muchacho, andaba en toalla cual gigolo presto a dar sus mejores servicios. Perfumado como de costumbre, su apartamento bien arreglado y contentivo de la expresión del buen vivir generaba una sensación de tranquilidad y confort que enamoraban hasta la más esquiva doncella con sueños cual princesa de ser desposada solo en matrimonio. Para muchas representaba la estabilidad, la frescura, la empatía, la gozadora y en gran medida todo un buen profesional docto y probo añorado por toda mujer.

Obviamente, no siempre fue así.  A sus 13 años ya vivía solo con su hermana, su madre había fallecido de una penosa enfermedad y su padre a quien el siempre admiraba vivía en unión con otra compañera. Por aquel entonces lo conocí más profundamente, yo era parte de una religión de esos que van de puerta en puerta ofreciendo estudios de la biblia y para mi sorpresa no se opuso a las visitas, tenía interés en obtener respuestas del porqué de su vida tan tormentosa, hacia tantas preguntas que la única respuesta aportada era que Dios siempre estaban con él y su confianza era premiada a la manera de Dios y no en la comprensión del hombre, por alguna razón desconocida logre captar su atención y admiración. Hablamos del sol y de la luna, del alba y del ocaso, pero no había mejor tema que el de su padre.

- Juancho conocí a tu papa - me miró fijamente y replico: - ¿te está dando clases? – si Juancho el hombre enseña filosofía del derecho.  No quise ahondar mas en el tema para evitar imprudencia, pero nuevamente inquirió ¿y qué tal?  ¿Cómo lo ves? – sus ojos se llenaban de brillo y sabía que las preguntas eran propias del hijo más que del amigo, no había forma alguna de mentir, estaba en la obligación de darle una  opinión certera sin saber si podría parecerle inapropiada, entonces me di cuenta que no espabilaba;  

- Juancho el hombre es profesor de esos cuya cualidad no es desapercibida, con un compromiso con el conocimiento y con don de palabra haciendo hincapié permanente en el código deontológico y un dominio del tema que invita a la atención, el hombre es un monstruo. -

Guarde silencio esperando su reacción y trague saliva sin quitarle la mirada, porque sabía de los amores y desamores entre él y su padre, y entonces me miro y sonrió, y también lo hice, cual hijo plenamente orgulloso me preguntó ¿es un monstruo? Así es, es muy bueno. Conteste. 

Poco o nada le importaba lo pasado, lo ocurrido solo lo impulsaba a seguir adelante, a luchar por su hermoso hijo de quien orgullosamente como proa de navío era su bandera y estandarte, lo vivido le servía de bastión para despejar caminos venideros, tenía un pacto entre el estudio y la superación, entre la sutileza y la cortesía, entre la sinceridad y el resultado, entre el amor y el perdón. 

Cuando andas bendecido...sin resentimiento...ni odio...cuando no sientas eso....solo serás feliz...así como yo...del resto...inténtalo.... (Juan Carlos Estarita 31/08/2015) 

miércoles, 9 de agosto de 2017

Hablando con ella



Se acostó a mi lado sin darme cuenta y sin preguntar me tomo de la mano, poniendo la suya sobre mi mano tibia, no quise mirarla y mantuve mi cara opuesta a la de ella, sutilmente la retire evitando enojos y arrebatos de ira.
                        
Mi corazón se hallaba acelerado e inquietado, mis ojos apretados sin desear lo narrado, nervioso sentía mi aliento exhalar en mis respiros ¡Vete por favor, vete! Gritaba el pensamiento ¿qué he hecho para que estés acechándome? Me preguntaba en silencio. 
                       
¡Tranquilo, tranquilo, no pasara nada que tú no sepas! Dijo ella ¿o acaso no sabes que yo vendría aunque no quisieras?  Entonces, recordé que esa tarde, sentado al pie del ventanal, sentí un viento helado sobre mi animosa morada.     
                   
Mire hacia el firmamento y en vez de nubarrones, un cielo hermoso azul cual oleo imaginario era el panorama. Había hablado con mi madre dejando rencores atrás, habíamos hecho las paces y prometimos nunca más volver a llorar.    
                    
Recordé mis compromisos, mi jornada laboral, recordé que fue una tarde mágica, un día muy bonito y algo especial ¿A qué has venido y por qué a esta hora? pregunte con firmeza, mirándola de frente y sin vacilar.        
                
¡Pero que carácter! dijo ella, no mereces mi respuesta, vengo a la hora y el día que yo prefiera, pero no te alteres, hoy vine solo para darte un pequeño abrazo, entiende que finalmente tú y yo, seremos tarde o temprano como sal y arena.
                        
Del infinito vengo y allí volveré, no sufrí antes y no lo haré después, viví y goce la vida y si puedo lo hago otra vez. Are la tierra y coseche sus frutos y en ellos me deleite, ame a mis amigos, a mis enemigos también perdone.

Crecí en medio de una niñez que nunca olvido, mis amigos de ese entonces aun hoy están conmigo, tengo una esposa y unos hijos que adoro y si parto de este lugar, donde quiera los llevo conmigo, me voy tranquilo y sin enemigos.

¡Ya, Ya, pero que fastidio! Visitare otro amigo, mejor me retiro, busca la paz contigo mismo, te noto intranquilo, no estoy del todo convencida, no tengo porque decirlo, tal vez cuando regrese en ese entonces te llevare conmigo. 

miércoles, 5 de julio de 2017

A veces

A veces camino y se escucha una risa,
olvido mis penas y mi cuerpo se anima.
A veces la musa me mira y me inspira,
escribo de ella y surge una rima.

A veces olvido que tengo esta vida
creyendo que otra sea más divina.
A veces recuerdo y me olvido de cosas,
olvido el saludo, palabras hermosas.

A veces recuerdo a mis amigos de toda la vida,
pero todo es en vano, sin una sonrisa.
A veces escribo y también me enojo,
no tengo respuesta y entonces  cuestiono.

A veces olvido y soy tonto,
no escribo a ninguno, escribo para todos.
A veces olvido mi nombre y a veces de otros,
hoy recordé a muchos, enamorado de todos.

A veces soy como el sol que ilumina,
y en otras como la luna en cuarto menguante.
A veces soy como el cielo con nubes blancas
y en otras, nimboestrato, todo un  amante.

A veces olvido que cuando el tanque marca la E,
en solo minutos vuelve a Full.


A veces olvido detalles pequeños, 
parecen simples y lo son todo,  menos comun.

Pero lo que no olvido es lo que soy,
lo que llevo en mis venas y lo que anhelo ser.
No olvido a quienes me deben
y a quienes les debo tanto, aun antes de nacer.

A veces olvido que olvido 
y a veces ni siquiera me reconozco,
por eso hoy solo les pido,
me disculpen si los desconozco.


viernes, 30 de junio de 2017

Horizontes de arco iris


Cuando llegue el momento en que la luz tenga que apagarse y los capullos caigan de las ramas después de su ciclo productivo, así como las sombras nefastas de momentos perdidos fútilmente y mis huesos sin sonidos y desvanecidos sean lo que queden de este ser que un día fue y no lo será por razones del tiempo y del destino oscuro e inaplazable de los mortales, mi corazón deambulante en vacaciones llamadas vida, en medio de tropiezos y turbulencias, en medio del llanto o la lluvia, cual embarcación zarpada de su atracadero, mirara hacia la proa buscando horizontes de arco iris que me permitan deleitarme en los sonidos del bullerengue, en el abrazo del amigo, en el descaso relajado cual combo bordillero y con una cerveza en la mano, del sonido de la mesa de la ficha del domino lanzada sobre ella, en el grito de Gol cual éxtasis alcanzado, de la osadía y del perrateo del aparecido y del desconocido que me da la mano y regala sonrisas sin pedir nada a cambio.

No conozco el destino ni su camino esta trazado en mapas y guías, pero mi vida fijada en el espacio exigen todo mi esfuerzo aun en momentos de flaqueza, sabiendo que cada paso dado es un acercamiento a la ganzúa de la muerte cual garabato siempre estará presente, vestida de negro, tendida en el oprobio de su implacable compañía, que me hace decir sin dudarlo que no merece mi atención. ni mi interés, porque tristemente en ella no hay más que silencio fúnebre de lo que somos y de todo nuestro esfuerzo.

martes, 20 de junio de 2017

Alguien me pregunto por ti

Alguien me pregunto por ti y al contarle me dijo que te quería más que nadie, hay un cielo inmenso sobre mí y se dónde estás y también imagino con quien estas, aventuras por narrar, locuras de una vida por andar, aun mi cabeza da vueltas y vueltas, me siento en la esquina viéndote llegar, viendo como saludas sin reparos y sin menoscabar, sigo aquí mismo, sin poder verte y sin poderte preguntar.

Te estoy extrañando mi buen amigo, ya no soy aquel que dejaste, pero debo seguir este camino solo, te llevo tan cerca pero sé que ya no estas.
 
Todo esto ha sido muy duro, porque yo deseaba lo mejor para ti, una vida hecha a tu medida y un nuevo hogar, lo mejor que este mundo podría brindar. Pero al final lo único que encontraste fue el sendero a morir sobrevenido en medio de temores y angustias, yo deseaba lo mejor para ti, pero lo que nunca supe es que lo obtendrías en un lugar que no conozco y del que muchos evitamos hablar, y esto ha sido muy duro para todos y sobre todo para mí, que en ocasiones prefiero callar.


Aun a paso lento, apenas obvio, mi compadre, mi amigo, algunas veces en luces y otras, apagado y ausente. Te llevo siempre presente.

viernes, 5 de mayo de 2017

Háblame Dios

Sentado en el piso, su espalda descansaba sobre la pared estucada de blanco, de momento estiraba los pies y luego los recogía, tronaba los dedos de sus manos, observaba cual perito el trabajo ya terminado, el techo con mejor altura,  luces Led y en yeso cartón, la tenebrosa telaraña eléctrica ya no existía, todo fue mejorado, nuevos puntos eléctricos y la acometida ya no representaba un peligro, había gastado tres veces el presupuesto inicial fijado, pero contrario a sentirse animado, se sentía vacío, ese esfuerzo dejo incomodidades y caras largas, el lugar de los televisores fue cambiado, los aires y los armarios también fueron reubicados, pero en un descuido en el pago de su servicio de tv-cable, le fueron suspendidos y ello fue el detonante o más bien el develo del antifaz, consintió que el trabajador conectará el televisor al servicio de televisión por cable del primer piso y siendo descubierto fue llevado al paredón de la humillación, del descalificativo, de la marca cual apóstata sentenciado al desprecio voraz de quienes le trataban, había mejorado notablemente las condiciones del lugar habitacional de sus hijos, miraba hacia la cocina y había constatado que todos los enredijos de espacios estuvieran sellados, reubico la nevera, la sala también se veía más reluciente, contratiempos, incomodidades, claro que sí, pero finalmente mirando sin observar, se veía a sí mismo, cabizbajo y apenado esperaba el pago de sus honorarios para cancelar la facturas de dos meses que sostenía en sus manos, luz, gas y servicios de internet, teléfono y cable, peor aún, no le había pagado la quincena a la empleada de servicios, en fin, se dio cuenta que estaba solo, que asumió costos y gastos que eran necesarios pero no urgentes,  que si bien se deleitó en el fin trazado, lo embargaba una pena sin consuelo, no por el dinero que no recibía, sino porque sentía que no merecía tal trato esquivo y despectivo. 

Sollozo subió las escaleras al tercer piso, aun se hallaba en obra negra, camino hasta el borde y decidió sentarse en él, sufría de vértigo pero su estado somnoliento no dio aviso de eso, miro hacia el cielo y su mente cavilo sutilmente sobre ideas que disgustan, medito sobre lo aprendido y sobre lo vivido, experiencias de otros y enseñanzas de muchos, desde niño sometido a creencias religiosas, a la persignación y al rezo,  en la imposición de la fe, aquello que no se ve, pero se siente, aquello sobre lo cual no se puede discutir, no poner en duda,  ni entredicho, por más que alegara el derecho de no creer en su defensa,  el martillo justiciero de fanáticos creyentes reprochaba y clavaba el abominable hierro sobre su sien, la letra escarlata o el ocultamiento temeroso y reservado de no ser descubierto por su incredulidad, discriminado cual confeso señalando su osadía blasfema. Levanto la mirada y entonces dijo:

¡Oh Señor!  tu que todo lo sabes y todo lo ves, a ti no te puedo mentir, no creo en tu existencia, mucho menos en las historias escritas sobre ti, creo en el amor como fuente de vida, como antagonista de la violencia, creo en la humildad y en la sinceridad como base de progreso, en la dulce palabra como puente de comunicación, edificante de tolerancia aun en disenso, creo en el error como fuente de éxito, en el apego a la naturaleza,  en la dulce admiración del canto de aves matutino,  en el polen de las flores,  en la cigarra y en la luciérnaga que vuela,  creo en el amor a los detalles, grandes o pequeños,  en el abrazo de mis hijos y en el beso de mi esposa,  creo en la amistad, aquella que sin preguntar y sin dudar,  dice presente cuando muchos se van, pero me incomodan los fariseos, los arrogantes y los traicioneros, prefiero un enemigo sincero y no al hipócrita que te da un beso,  amo el sol por la mañanas y a la luna cuando llega, ese soy yo, el amante y el que escribe versos sin darme cuenta, el amigo y el papá,  el hijo y hermano, ese soy yo  el jurista togado, quien también sueña y anhela, que sin tener a quien Orar se le arruga el corazón y llora de tristeza, Dios, cómo me gustaría que existieras!



martes, 11 de abril de 2017

Tan diferentes y tan cercas.


Entre ella y yo hay un cúmulo de diferencias,
ella destila agua dulce y lo mío agua salada,
ella recorre grandes llanuras, valles y quebradas,
lo mío es tormenta, noches oscuras y en ocasiones,
un inmenso mar de aguas contaminadas,
ella es aire fresco, vetas de deshielo,
juventud en éxtasis, locura desenfrenada.


Yo cargo en mis hombros los años y hoy,
sobre mi cabellos se notan algunas canas,
conocimiento y madurez, versus arrebatos,
garabatos de mujer dulce apasionada,
yo soy como luz de sol en las mañanas,
ella resplandece en las noches como luna,
vallenatos y acordeón, resuenan las parrandas.

Empezamos el día con una buena taza de café
y al llegar la noche, un vino o cerveza michelada,
nos enamoramos así, y nos  tomamos de la mano
ella me presenta, baila conmigo, me tiene paciencia,
me regala un beso, compartimos almohadas.


Sin desespero la espero, 
Río caudaloso o tranquilo,desemboca en mis brazos, 
saltan los peces,se entrelazan las aguas, 
arcoíris de esperanzas, montón de diferencias, 
a mí me Gusta el clima frío,
ella busca calor en mis piernas largas.

Algo diferentes, con un amor inmenso,
de esos que se leen cuales fábulas imaginarias,
 de esos que se esperan, que se añoran desde niños, 
desde que tenemos conciencia,un día a la vez, 
no hay prisa, nadie nos espera, diferentes desde pequeños, 
enamorados cual actores de novela venezolana.

lunes, 23 de enero de 2017

EL ANTICIPO

De regreso a casa a la altura del parque Almendra recibí una llamada de mi viejo amigo Ernesto, se encontraba algo perturbado y atemorizado, se había enterado que le habían dictado orden de captura y ese fin de semana poco o nada pudo dormir, me detuve inmediatamente y seguí escuchando sin interrumpir, su madre quien sufre de hipertensión arterial  le llamo por teléfono toda aterrorizada y con el pulso cardiaco a mil le dio la noticia que había salido por los medios de prensa local y a través del noticiero del reconocido canal de Telecaribe donde el mismo Oswaldo Sampayo enunciaba la noticia, el ovejo como le llamábamos en la escuela tenía una voz que se le entrecortaba y era apenas lógico. – Hagamos algo, le dije, te espero en mi apartamento y hablamos allá. 
Inmediatamente encendí el carro, note que el aire no prendía, y entonces lo apague y nuevamente encendí, el truco de prender y apagar ya me había dado resultado, lo intente varias veces pero mi “pocholito”, como le llamaba mi suegro de remoquete , esta vez no quiso complacerme con el aire, no era tanto el calor que hacía, pero la humedad era tan terrible que aun sin avanzar un solo metro mi espalda ya sudaba a chorros y mis brazos del lado de la muñeca destilaban sudor cual olla de agua hirviendo. 
Atendía mis negocios en una oficina en el norte de la ciudad donde un amigo quien era también mi cliente me ofreció la suya sin vacilaciones, era lujosa y muy cómoda, contaba con secretaria y empleada de oficios varios, mis clientes recibían la mejor atención y no faltaba el pocillo de café Juan Valdez y el vaso de agua, todo esto con el fin de recibir el poder en los negocios pretendidos, aquellos otros que constituían más que todo un favor o su lucro no era tan apetecible, los atendía en el apartamento de doña Hilda, mi Tía paterna, mujer de muchas batallas y con genio recio propio de la forma en que fue criada, se incomodaba porque le usaban el baño y muy pocas veces se le veía sonreír, sobre todo si no recibía bonificación de mis contratos, eso sí, se ubicaba muchas veces en la puerta de la oficina de modo que si escuchaba el pago de un anticipo, entonces ese cliente recibía el agüita de limón que preparaba sin azúcar.
Llegue a mi destino y allí estaba el ovejo en compañía de su esposa, su hermana y la hija de su hermana, su sobrina Catalina. Se hallaba ojeroso, nervioso y bastante pálido y delgado, no entendía como una persona tan jocosa y de pocos recursos económicos, padre de seis hijos y cabeza de familia podrían dictarle orden de captura cual amenaza para la sociedad, este amigo a quien conocía de muchos años y quien no pudo terminar una carrera profesional no tenía el perfil de haber estafado a nadie, ni mucho menos haber participado en el delito de falsedad en documento privado y concierto para delinquir. Quienes lo conocíamos muchas veces lo vimos vendiendo productos de puerta en puerta, su apariencia deslucida mal podrían inferir de él un estafador que muy a pesar de su pobreza económica mantenía un estado de ánimo por el cielo y sus dichos propios del arraigo costeño eran motivo de risas y carcajadas ¿Cuál amenaza para la sociedad? Me pregunte.
Como pudo me contó su historia y en medio de su narración no dejaba de recordar aquellas enseñanzas en nuestra época de estudiantes, la profesora nos decía: Educa a los niños y no será preciso castigar a los hombres.  Compartimos la misma escuela y la misma profesora, Ernesto Sierra Becerra estaba siendo acusado de unos delitos que no cometió. Su esposa sentada a su lado nunca soltó su mano y su hermana, era quien asumiría mis honorarios, el cual rechace inmediatamente, sin renunciar a los gastos que tendríamos en este asunto. – ¡Claro que si Doctor!  Yo le hago llegar con mi hija mañana mismo el anticipo, replico su hermana Ivonne.  – no es un anticipo, son para los gastos, que quede claro.  Bueno, no siendo más, la espero mañana, respondí.
Mi experiencia en este asunto era amplia, de hecho una semana atrás había atendido un caso similar, llegue temprano a mi oficina del norte, ansioso de empezar mi labor, mi teléfono sonó  ¡Si buenas tardes! – Doctor le habla Catalina ¿Cómo está? – sí, muy bien gracias ¿cómo estás tú? –Doctor es para lo de mi tío, ¿me recuerda?  –Claro que sí – Doctor es que ya le tengo los papeles que pidió y el dinero para los gastos - bueno, en ese caso te espero acá en la oficina. 
Eran las 3:00 pm, cuando se oyó el timbre, sigue adelante le dijo la secretaria – Hola doctor ¿como esta? Bien, bien, mejor ahora que te veo, le dije – la había visto con bastante disimulo pero no dimensionaba lo hermosa que era, me acorde de mi amigo Ginecólogo Danilo Vitola Betancourt, de seguro sin mediar palabra le hubiera hecho el chequeo de citología, pero inmediatamente me recompuse – ¿Doctor y usted cómo ve ese caso? Nosotros de verdad necesitamos que usted nos ayude con todo, a mi mama no le importa pagarle sus honorarios pero que le ayude de verdad – Bueno lo que yo necesito es que él sea sincero conmigo y me diga todo lo que sabe, que confíe en mi asesoría y me entreguen los gastos que les pedí, mientras hablaba pensamientos atrevidos se entre cruzaban cuales cortos circuitos echando chispas, era una sensación extraña, procure sentarme al lado de ella para evitar formalismos, sin embargo, mi frente empezó a brillar – Trajiste los gastos, le pregunte – ¡si  Doctor mi mama se los envió! Se levantó de la silla y saco el dinero del bolsillo de su pantalón descaderado advirtiendo en ella el camino de su fino vello abdominal.
Tantas enseñanzas vividas no podrían desquebrajarse con la sublime tentación que se extendía sobre mis manos.  Como pude contuve mi excitación y seguí en mi labor  - de verdad me gustaría hacerte unas preguntas de este caso, que me cuentes si sabes algo, si has visto a tu tío comprando cosas que por lo general no compraría, si has notado que sus ingresos económicos han mejorado, en fin, dime que sabes o si has visto algo, le dije – Doctor la verdad es que mi tío no tiene plata y todo lo que se ha dicho es mentira, él es un gran padre y si bien es algo alborotado y desordenado con las mujeres, él es muy responsable, pobres pero honrados, él no se lo ha dicho, pero él está bien asustado con todo esto.  Por más atento que estuve ante sus declaraciones no dejaba observar a tan despampanante mujer y mi mente oscilo en el patrón genético por línea de su tío, preferí mantenerme en silencio - ¿quieres tomar algo, un vaso de agua a te gustaría un café? – gracias doctor un vaso de agua estaría bien – Mi garganta se encontraba seca, había un conflicto en mi mente, por un lado seguir atento su información y por otro deleitarme en tal destello de mujer – Gracias Gina muy amable - Doctor ya Dairo llego ¿usted necesita algo? – Si por favor dile que siga – sutilmente me levante del asiento y me ubique en mi sillón detrás del escritorio, allí estaría menos expuesto al llamamiento de su inmaculada piel combinada con su precioso y ensortijado cabello.  Hola Dairo. Cuéntame ¿cómo te fue en los juzgados, pudiste hacer todo?  - Si jefe todo como Ud. me dijo, no hubo problema con nada y me entregaron los oficios – ah bueno si es así dile a Gina que te de la plata y los envías inmediatamente por favor - mirando sin querer mirarla dio cuenta de la belleza extraordinaria de esta joven mujer, luego me miro queriendo no salir y finalmente salió de la oficina asegurándose de cerrar la puerta.
Maldita tentación me tenía sometido, ahora este tipo cerró la puerta – Doctor Ud. no necesita una secretaria, me pregunto – de verdad que no, pero si quieres me traes tu hoja de vida y con gusto la estudiamos a ver en que te puedo ayudar – no doctor no es para mí,  es para una amiga. Mientras hablaba se levantó de la silla y camino hacia mí, mis ojos cuales faroles recién encendidos estrepitaron sus pupilas. Nuevamente me poseyó el chucky, sus pechos cual neonato me llamaban para el lacto, todo su cuerpo lo tenía enfrente – doctor ¿Ud. puede creer que a mis 23 años no tenga novio? Mis ojos vagaron por su estómago plano vislumbrando el jugueteo con su piercing de ombligo, mi mente nublada por el deseo malsano de la sexualidad sabía que si daba el paso sutil de una caricia correría peligro mi integridad tantas veces aludida, me miraba primero abajo y luego directamente a los ojos, nos miramos y nos sonreímos de forma muy cuidadosa, como si no quisiéramos que nadie se enterara de nuestros pensamientos truculentos. Mientras me deleitaba ciegamente, mi mente convulsiono y entonces me contuve, a ver Catalina, siéntate un segundo y charlemos entonces de lo que vamos a hacer, de seguro no tardara mucho tiempo en que tengas un buen novio.
Tome el teléfono celular y marque - Ovejo mi hermano, para confirmarte que mañana te recojo a las 6:30 am y nos presentamos a la Unidad de Reacción Inmediata – Listo Doctor Estarita, lo espero. Algo que me quiera decir, pregunto. – ya todo está dicho.   Conteste
-  Amor tú vas a estar bien, tu amigo te va a sacar de esta, ya verás que mi Dios y la virgen no te va desamparar, Célica tomaba fuerzas ante su esposo, con tal de no hacerlo sentir mal – por favor cuida a los niños, fueron las palabras de Ernesto, la tomo entre sus brazos y la cargo sutilmente hasta acostarla en su cama, le retiro su pañuelo color rosa de su cabeza y la acomodo en la almohada y con mucho celo la arropo con la sabana, se sentó a su lado y le seco las lágrimas que empezaron a brotar, la miro y le dio un beso, ella sonrió sin dejar de sollozar. No quiero que llores por favor, quiero acostarme aquí contigo y decirte tantas cosas, tantas cosas que jamás ni mi vida, ni el tiempo alcanzarían para terminar, contigo alcance mi plenitud, nuestro amor se transformó en vida y ni la muerte misma podrá borrar todo lo que hemos vivido. Tal vez me ausente un tiempo pero al lugar donde este siempre pensare en ti y en nuestro hijos   - Ven, acuéstate a mi lado dijo ella.  La verdad es que ha sido muy bonito esta aventura ¿Te acuerdas cuando me metiste en una casa abandonada después que salimos de la discoteca? ¡Que locura! ¡La discoteca! Exclamo Ernesto, ¿El día que llego la luz y no agarraron haciendo el amor en la terraza? - Qué pena con mi papá también, ese carro era nuestro hotel.
Una vez amaneció, Ernesto subió a mi carro, sus hijos todos se despidieron de él, su esposa le dio un beso y le recordó sus inyecciones de insulina, el ovejo se puso ropa cómoda y se afeito tal como le recomendé, en el camino mantuvo la calma y escucho uno a uno mis sugerencias, él no dimensionaba lo que estaba por vivir, nos presentamos ante los funcionarios de la Policía judicial tal como lo acordamos, deseaba con prontitud el inicio de las audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento. Le fue tomada una declaración libre y espontánea rompiendo el silencio con autorización previa de su abogado, no había nada que ocultar y ante las acusaciones se declararía inocente. Nuestros amigos en común empezaron a reventar el chat, alcance a registrar más de 846 mensajes de apoyo y de ánimo, pero note con mucha galanteo un mensaje por el whatsapp de Catalina - ¡quiero que me invites a almorzar!
Terminada la gestión de la policía judicial de la mano con el fiscal encargado de la investigación, la audiencia ante el juez de control y garantías quedo programada para las tres de la tarde, entonces aproveche y le respondí a Catalina – ¡te espero por acá y almorzamos!  – Doctor pero está cayendo un aguacero – bueno una vez puedas nos encontramos, le dije. – espéreme que le tengo una sorpresa. Me despedí del Ovejo, dejando algún dinero en su bolsillo, sabía que no tenía dinero y en la carceleta siempre es necesario, facilita las cosas a quienes lo poseen, las recomendaciones eran vitales por su problema crónico de diabetes, sin embargo, dormir en el suelo helado y mal oliente no era confortable para nadie, más si se es inocente de delito alguno y preocupante en mayor grado cuando se comparte celda con personas de dudosa reputación. Le extendí mi mano y lo abrace mientras pude, una parte de mi energía se quedó con él, sabía que no sería fácil, pero lo que yo podía hacer, ya lo estaba haciendo.
Una vez desocupado le escribí a Catalina quien me dejo algo inquieto con su afirmación que alerto mis hormonas pero no me respondió, me ubique a un lado de la acera y mientras allí estaba, miraba a los transeúntes atravesando las vías montados en caminos de madera, con el propósito de no mojar su calzado, observaba el arroyo provocado por la lluvia cual tradición en esta ciudad en un futuro ya no lo será, sin embargo, permiten el trabajo informal del rebusque, ubican tablitas de un andén a otro procurándose algunas monedas, nada tan normal como esto después que cesa la lluvia, la gente pasaba de lado a lado, nada misterioso, nada diferente, el cobrador extendía sus manos solo para recoger su dinero, y de pronto, allí estaba ella hermosa como siempre,  el cobrador la tomo de la mano y no quiso soltarla cual caballero de sangre azul, tenía un blue jeans pegado a su cuerpo, de esos que se encojen más y más cuando llegan al tobillo, de esos estilo pitillo, su blusa era súper sencilla, contrariamente propicia para un día de verano, sin hombros, muy femenina y coqueta, ideal para estos calores que las obliga a lucir un poco más descubiertas, tenía un caminar que no desentonaba en lo absoluto, todo era sexi en ella, su cuerpo era mágico y su cabello ensortijado y despeinado la hacía lucir muy casual y a la moda.  Del otro lado, con ritmo apresurado tal vez por el cierre de los juzgado, sin nada de cuidado un sujeto avanzo hasta donde pudo y al llegar al encuentro con ella, la tablilla cedió y se partió y tratando de ayudarse en su intento infructuoso de no caer, echo mano y la trajo de la muñeca a su destino, la bella Catalina cayo de bocas sobre el arroyo, que de forma lenta y angustiosa se reincorporo, levantó su cara sin querer mirar ni que la miraran, sus manos deslizo sobre su cuerpo arriba y abajo como si con ellas pudiera limpiar y secar aquel bochornoso acto, dando cuenta de su imposibilidad entonces se encolerizo y echo su mano sobre aquel, uppercut y bolo punch lanzo una y otra vez sobre su cara, aquel torpe transeúnte no hizo más sino cubrirse  con el brazo izquierdo protegiendo su rostro y con la otra mano sostenía su maletín de cuerina totalmente  enchumbado.
La romería Inmediatamente se hizo presente y no precisamente para socorrer, en pleno centro de Barranquilla la tradición es la algarabía, la guachafita, la chifladera, ¡Pégale! ¡Pégale! ¡Pégale! Gritaban algunos como queriendo avivar el fuego de aquel lamentable y triste episodio poco envidiable. Catalina descargó su ira como pudo y luego vino inmediatamente el llanto, me baje del carro y abrí el baúl, tome la toalla preferida de mi hijo que tenía allí como prevención para cuando llueve, salí a su encuentro y la arrope, ella se dejó abrazar y la tuve en mis brazos, susurro a mi oído – Me duele el brazo – claro le dije, después de aquellos golpes lanzados te tiene que doler - no doctor, me golpee el codo al caer.   Sin dudas, aquel duro golpe recibido empezaba a hincharse, su codo enrojecido casi no tenía movimiento - ¡Hielo! ¿Alguien tiene hielo?  Pregunte inmediatamente – Vio lo que me pasa por estúpida, puedes llevarme a mi casa, me pregunto   – claro cómo no, pero espera y te colocamos hielo sobre el codo.  - No señor, insistió - Lléveme por favor, ya quiero irme de aquí.   La bella Catalina, aquella de cabellos coquetos con su cambio a gallina remojada parecía perder la cordura, sus emociones no le permitían ver el daño sufrido y aun reconociendo su dolor se negaba a recibir la ayuda inmediata – un poco de hielo te servirá, no te desesperes – ay mi hija ya cálmate le dijo la señora vendedora de Tuti Fruti - con una compresa le fue colocado el hielo sobre su codo - si te molesta puedes aflojarlo un poco - Gracias respondió. Su malestar era tal que afloraba en ella una halo de antipatía desdibujando intenciones desinteresadas en quienes querían colaborarle ¿Nos vamos entonces? – ya te dije que si ¿me va hacer el favor sí o no?  Mis ojos se estrepitaron ante tal cuestionamiento, mi amabilidad estaba punto de quebrarse, fruncí el ceño y ella cual cochino apunta de ser sacrificado me hizo ojitos en búsqueda de piedad, mi capacidad de racionamiento estaba siento infectada por el virus de la sensualidad que antepone valores y acepta ultrajes solo mientras somos saciados, estaba que la mandaba pal carrizo. – ¡bueno dame la dirección! – ella subió se acomodó al asiento y pregunto ¿estas molesto? ¿Te puedes imaginar cómo me siento?  - Realmente no sé cómo te sientes pero me lo puedo imaginar, pero nada de lo que te ha pasado he sido culpable, me dijiste que querías almorzar conmigo y aquí estoy, así que por favor tranquilízate. Le respondí.
Su pantalón de blue jeans mojados ceñidos al cuerpo de reina dejaba poco  a la imaginación, sobre todo con ese trasero costeño del cual aquel pintor y campeón nacional mosca sietemesino Leonardo Aguaslimpias hubiera querido plasmar el oleos sin importar que no fuera mulata. ¿Bueno y solo te golpeaste el codo?  - pregunte – suavemente como pudo levanto un poco su blusa, dejándome ver su abdomen algo irritado y rojizo – También me duele un poco aquí, pero no tanto como el codo – ¿adónde vamos?  Fijamente la mire esperando su respuesta – ¿me estas seduciendo? - no para nada solo que me gustaría saber definitivamente a donde te llevo – entonces me miro y con voz sumisa me dijo ¿quieres revisarme toda?
No podía creer lo que esta mujer me decía, tenía más ondas y frecuencias que las olas del mar, mis latidos se escuchaban más claros y diáfanos que la música de mi USB, un minuto antes estaba que la bajaba del carro y ahora solo faltaba reclinar el asiento, sabía que no era normal lo de esta chica, dejarme tentar de una loca sería terrible, pero mis hormonas recibidas como heredad no tenían conciencia y ellas cuales golfa son fáciles de provocar y con nada se entregan.
-         Bueno, no sé, ¿te golpeaste en algún otro lado? Mantuve mi compostura, y seguí concentrado en llevarla a su casa - yo vivo en Nueva Granada, ¿Sabes dónde es? ¡Claro que sí!  Subí por la calle Líbano, no habíamos avanzado muchas cuadras, de hecho aún no llegábamos a la avenida Murillo –Discúlpame me puedes regalar una botellita de Agua – claro que sí, ¿con gas o sin gas? – sin gas, Exclamo. Tomo la botella y empezó a beber con tal ansiedad, que mojo una vez más su blusa – ¡Cuidado te estas mojando! – ya me siento mejor, la verdad que sí, ¿te molestaría si te pido que me lleves almorzar?  Discúlpame la verdad claro que me gustaría, pero no si sea lo correcto con ese brazo así como lo tienes - ¡Mira! Ya está mucho mejor, ¿ves? Ya lo puedo mover. 
Sonreí un poco y me alegro verla también mejorada, su blusa evidenciaba con facilidad el encaje sexy de su brasier y su cabello empezaba nuevamente a mostrar el ondulado natural, la mire suavemente sin que pensara en que la estaba seduciendo, tomo mi mano y la beso sutilmente, me sonrió y clavo su mirada en la mía – ya estas mejor, le pregunte - como queriendo interrumpir aquel momento que me tenía congelado. – Discúlpame, sé que eres casado, y se ve que eres un buen tipo.  – No hay problema le dije, no te sientas mal, si quieres vamos aquí al centro comercial y comemos algo ¿quieres? – Si tengo hambre, hay que pena contigo. Espero no molestarte.  Comimos como pudimos, la audiencia de Ernesto debía empezar, entendió que no teníamos mucho tiempo y por más que quería ocultar su golpe, el codo se hallaba bastante magullado – qué pena doctor todo lo que ha pasado, que pensara usted. – le sonreí y asentí con la cabeza dejándole ver que todo estaba bien. – tranquila, no te afanes, por alguna razón siempre están los imprevistos, si quieres una vez resuelva lo de tu tío, nos volvemos hablar. Nos retiramos del lugar, ella tomo un rumbo y yo me dirigí donde el fiscal.
La sala de audiencias se encontraba totalmente abarrotada, el público y las víctimas tenían total interés en su desenlace, el juez le otorgo la palabra al fiscal y este abrió el cuaderno de la legalización de captura, sobre la cual no hubo reparo en ella, no encontrando violación a los derechos de mi defendido, seguidamente se inició la audiencia de Imputación de cargos, poniendo de relieve los elementos de prueba que según el fiscal constituían certeza legal suficiente para imputar los delitos, no revelo huellas, ni rastros, no había contratos, tampoco títulos valores nada que infiriera una actividad delictiva, no se mencionó arma alguna, no presentaron extractos bancarios, dinero, ni bienes en cabeza de Ernesto, no había fotografía o video que inculparan a mi defendido, ningún mensaje de texto, correo electrónico o similar, cuatrocientas denuncias y en solo dos se mencionó su nombre. Según el fiscal el testimonio de aquellos eran generadores suficientes de razones y motivos para imputar los delitos. Ernesto sin titubeo se mantuvo firme en su inocencia, tomó el micrófono una vez el juez lo autorizo y pregunto, señor Ernesto Sierra Becerra, ¿cómo se declara? – Inocente Señor Juez.
Sin perder más tiempo el señor juez de control y garantías dio inicio a la audiencia de Medidas de aseguramiento, el fiscal en una especie de cizaña desmedida tal vez con el propósito de amparar su tarea en la búsqueda de los verdaderos estafadores y sin resultados confiables que brindar a las víctimas, solicito al juez la detención preventiva en centro de reclusión, su tesis a pesar de que el ovejo no tenía antecedentes penales, los argumentó sobre el supuesto acceso que este podría tener sobre un computador el cual lo calificaba como un peligro para seguridad de la sociedad.  Nunca antes había escuchado tan espuria argumentación, Ernesto me miro y discretamente pregunto ¿me voy para la cárcel? La suerte de este amigo en buena parte estaba en mis manos, había tomado atenta nota a cada una de las declaraciones injustificadas de la fiscalía, tenía conocimientos suficientes para derruir sus intenciones excesivas y desesperadas emulando falsos positivos, se hallaba molesto con este proceso y a como diera lugar quería calmar las voces reclamantes de las víctimas que exigían a su oficina resultados contundentes, estaba en boca de los medios de prensa y sabía que sus superiores  esperaban de él un trabajo pertinente y adecuado pero estaba olvidando su obligación de investigar tanto lo favorable como lo desfavorable a quien se le había imputado los delitos y contrariamente cercenaba sus garantías procesales. 
Tome el micrófono con mucha calma, respire pausado y lamente el infortunio de las víctimas, reclame del fiscal su obligación de indagar e investigar, las victimas necesitaban verdaderos resultados y no apresurados, endilgando acusaciones en quienes nada tienen que ver, intente persuadir al Juez de todas y cada una de los inverosímiles señalamientos del fiscal, apunte a las virtudes de mi viejo amigo, al apego de su familia y a su responsabilidad como padre cabeza de hogar, a su condición económica totalmente contraria al delito de estafa por más de mil millones de pesos, a la falta de tipicidad bajo la ilegítima afirmación de amistad entre este y quien ciertamente había cometido el delito, apele al corazón del señor juez sin dejar de mencionar la normas penales que me daban la razón, el fiscal bajo su mirada en cada palabra dicha, el juez atentamente escuchaba sin dejar de observar al fiscal, los abogados de las victimas asentían con la cabeza, un simple trabajador de una empresa no lo hace estafador, ni aun siendo directivo puede imputársele un delito con pruebas carambolas e indirectas, pues sabido es que el principio esencial del derecho penal en la responsabilidad personal e intransferible, y en ninguna de las denuncias existían pruebas suficientes para que mi defendido absurdamente fuera privado de su libertad. Termine mi intervención y espere la decisión del señor juez. Ernesto empuño mi mano y sonrió. Casi me haces llorar, fueron sus palabras, me alegro saber que aprobaba mi intervención, mire hacia atrás y no vi a nadie más, sino a Catalina, que como sol de mediodía encandilaba la sala y solo ella se veía.  Aporreada pero vestida con otra ropa note su minifalda y un cabestrillo que le colgaba del hombro y sostenía su brazo lesionado, con rostro serio y adusto esperando la decisión final.
El juez se tomó un receso que no duro mucho tiempo, me hallaba nervioso e inquieto, la prensa estaba en la sala y ya los medios publicaban fotos, también estaba en juego mis calidades como abogado defensor, mi prestigio y mi buen nombre, era la fiscalía o era yo.
-            Visto y analizado los elementos de prueba aportados por la fiscalía y escuchados atentamente la intervención de los abogados de la víctimas y del abogado defensor, este despacho judicial se abstiene de decretar medida de aseguramiento en centro carcelario por no encontrar en el imputado razones que atenten contra la seguridad ciudadana y en consecuencia le otorga detención preventiva en su residencia.
Una lagrima broto de mis ojos, hinque mi cabeza y agradecí al eterno, el ovejo me abrazo y su nerviosismos afloro en carcajadas y risas, ese era mi amigo el Ovejo, un hombre con un corazón limpio experimentando una causa penal del cual era totalmente inocente. Su familiares me abordaron y mis palabras fueron pocas - hola como sigues le pregunte a Catalina – ella sin timidez alguna, me contesto de lo más normal y delante de todos sin amilanarse me pidió un chance hasta su casa. La verdad me hallaba algo cansado pero delante de todos no podría negarme, sobre todo con el cabestrillo ortopédico usado.  – ay doctor que pena, mire que la niña tuvo un accidente y se cayó, hágale ese favor ¿sí? – Su madre me hablaba en favor de ella y ya eran más de las diez de la noche y finalmente no tendriá que desviarme mucho camino a casi, de modo que acepte.
Llegamos al lugar y estacionamos, sin mediar palabra tomo mi mano, la luz era poca y se me acerco, pase saliva y mi garganta estaba seca, esta chica me ponía nervioso y me exponía al llamamiento de su inmaculada mirada, la mire sutilmente e inhale aire con mucho cuidado sin que interrumpiera su iniciativa, se acercó a mi asiento y  coloco sus labios cerca de los míos y sentí el dulce roce de su piel, su aliento fresco y juvenil dejo caer sobre mi respiración que poco a poco me asediaba más,  no me opuse, ni me adelante, deje que el tiempo hiciera su recorrido y disfrute cada milímetro de espacio mientras se develaba el final, no estaba nervioso y sabía que ella tampoco, estuve a punto de tomar la iniciativa en el beso pero no quise apresurarme para no lastimar su codo, sentí sus labios que junto a los míos se entrelazaban en el dulce néctar de la pasión, era un momento alucinante, su lengua frenéticamente detonaba en mi boca, estaba a punto de un colapso cerebral y solo se escuchaba suavemente un gemido Implorando más y más, nuestros labios se entrelazaban una y otra vez en un jugueteo de éxtasis cual ritual de fuego ardiente, previendo que se lanzaría encima en cualquier momento, esta chica quería devorarme allí mismo. Estaba profanado mis votos matrimoniales, con aquel beso ardiente que se abría paso a lo impensable, aquel cuerpo mágico reclamaba sin clemencia sometimiento y sumisión, estaba indefenso y proclive a la fantasía feroz que tomo mis labios como si fueran suyos, los saboree y con pequeños mordisquitos dados hicieron estremecer toda su boca, se retiró sin dolencia alguna ese cabestrillo molestoso, alzo su brazos y sus manos no paraban de acariciarme, aproveche que se alejó para mirarme y la mire, aquella sensación de cosquilleo ya estaba en todo su cuerpo y el fervor emancipado calentaba y nos quemaba, sentí que me estaba robando el alma y mi fidelidad pero ya nada tendría freno. Se pasó definitivamente a mi asiento y se postro sobre mi cuerpo ahogándome lentamente con su saliva, mi cuello humedecido de tantos besos lujuriosos agitaban mi sentir, sus caderas bailaban de un lado a otro, bamboleándose se mecía sobre mi pelvis sintiéndo la humedad de su cuerpo, desabotono mi camisa y subió mi camisilla al cuello, no detuvo sus besos sobre mis pechos y con mordiscos sobre ellos exalto mis feromonas, corrimos la silla hacia atrás buscando espacio sin incomodar, desenfrenada no dio cuenta del botón que se desprendió de la pretina de mi pantalón, me hallaba relajado y sometido a su voluntad, despacio pero como loba en celo empezaba a descender su besos de mi pecho, mis tetillas prominentes eran su deleite sin saber que mi zona de mayor placer estaba en el perineo, luego de besar mis orejas se retiró la blusa y me dejo amamantar de su pecho doble c, me apretaba firmemente queriendo que me deleitara en sus picos, me tenía totalmente excitado, regreso a mi pecho besándome salvajemente para finalmente retirar su panty y bajarme el interior, delicadamente masajeo con su boca una y otra vez lo que creía totalmente suyo y finalmente preparo su cuerpo para que mi amor penetrara su infinito universo.  - Huff que rico – exclamo, con un gemido beso me miro y dijo, no hay honorarios pero aquí está tu anticipo.



  


final de una vida

He aquí un hombre contemplando el final de una vida, nos creemos fortachones, dueños del mundo y nos vamos en silencio, solitarios y am...